En 2009 perdió el galardón en la última etapa con la casaca de líder; y en 2010 fue subcampeón a 3 segundos del campeón José Rujano
Homero Duarte Corona
La Vuelta al Táchira en Bicicleta, desde su nacimiento en 1966 se ha convertido en una especie de hechizo para unos; y para otros en una bendición, basta con mirar el palmarés del magno evento y sacar sus propias conclusiones.
Nicolás Reidtlerz, uno de los ciclistas mas importantes que ha tenido el país a nivel de ruta, fue cinco veces subcampeón, nunca pudo levantar la Copa de campeón.
En su época se tuteó y los venció en ocasiones a corredores de la talla de Martín Emilio Cochise Rodríguez y Álvaro Pachón Morales, ambos tricampeones del Giro Andino; José Patrocinio Giménez y Miguel Samacá, todos colombianos y también ganadores de la justa tachirense.
La antítesis, en el historial de la Vuelta hay un solo Campeón Novato, merideño, nacido en Mucuchíes, Freddy Vargas, logró el título en su debut en 2002.
Otro hijo de Mérida, venido al mundo en Santa Cruz de Mora, José Rujano Guillén, es el único cuádruple ganador del evento.
Leonardo Sierra, nacido en el mismo pueblo de Rujano, es ganador de la carrera tachirense, para corroborar todo el caudal de buenos ciclistas que ha parido esta tierra andina.
Recientemente, un yaracuyano, Roniel Campos, ganador en forma consecutiva de las tres últimas ediciones de la competencia tachirense, iba por el cuarto laurel al hilo pero no pudo, pues restando la etapa de cierre está a más de cuatro minutos del primer lugar.
Son muchos los ejemplos, en la Vuelta al Táchira y otras grandes carreras a lo largo y ancho del globo terráqueo, donde ciclistas jóvenes han conquistado el título en su debut o muy rápido, verdaderos fenómenos, prodigios arriba de la bicicleta.
Y al igual que Nicolás Reidtler, en el mundo del pedalismo de ruta han existido grandes corredores que pese a su nivel nunca pudieron ganar un título, la suerte no estuvo de su lado por una u otra razón.
Jose Alarcón a romper el hechizo
Nadie puede dudar de la calidad de este eximio escalador del ciclismo venezolano, uno de los mejores de todos los tiempos, demostrado con creces en los más empinados premios de montaña del continente.
Le ha sido esquiva la Vuelta al Táchira al nacido en El Vigía, estado Mérida; en 2009, por una mala decisión técnica, para algunos, perdió el título en la ultima etapa, el tradicional Circuito de las avenidas España y 19 de Abril, bautizado como “Santos Bermúdez”, para finalmente terminar en el cuarto lugar, se coronó campeón el lotero Ronald “El Torito” González.
Al año siguiente, de nuevo junto a José Rujano como compañero de equipo, tal como sucedió el año anterior, José Alarcón fue subcampeón, a solo 3 segundos del ganador, el propio Rujano, quien obtenía la triple corona.
A la tercera va la vencida, reza el viejo adagio, y con esa premisa cómo norte, el ya experimentado corredor, con 34 años a cuestas sale hoy a partir de las once de la mañana al Circuito “Santos Bermúdez”, de las avenidas España y 19 de Abril a romper con el embrujo, convertirse en el nuevo amo o rey de la Vuelta al Táchira.
Ahora o nunca la consigna de José Alarcón, ficha del equipo “Ángeles Hernández”, que de acuerdo a la situación de carrera y el combinado de primer nivel que lo respalda, amén del gran momento por el que atraviesa: ganó la quinta etapa en la Grita, segundo en la Casa del Padre y primero en el Cerro el Cristo de Capacho en la penúltima etapa para aumentar en más de dos minutos la diferencia en relación a su escolta en la clasificación general, Juan Ruiz ( Gobierno de Trujillo), se puede dar por descontado que le sonreirá el triunfo hoy en el Velódromo “JJ. Mora” de Pueblo Nuevo.
Solo 117,3 kilómetros separan a Alarcón de coronarse campeón, echar por tierra la pesadilla de 2009, cuando le fue arrebatado el título en la mista etapa de hoy, portando la camiseta de flamante líder y lo que fue el “Paseo de Campeón” más traumático que se recuerde en los 58 años de vida de la Vuelta al Táchira.
En esta oportunidad y por lo enseñado en las etapas más difíciles de la Vuelta: 1-2-1, todo apunta que solo un imponderable al igual que hace 14 años, lo privaría de gritar a los cuatro vientos: “Por fin lo logré, soy el nuevo rey del Giro Andino, lo busqué por tres quinquenios y se me dió”.
Pero no todo será color de rosa para José Alarcón y su equipo, al frente tendrá rivales de peso, que pese a las diferencias, más de dos minutos respecto al segundo en la clasificación general, no desmayarán en su intento de pelearle a capa y espada la disputa del título.
Un cierre dramático como en el 2009, un fantasma para Alarcón que seguramente estará rondando en su mente otra vez, aunque ahora no es el mismo bisoño de corredor de entonces, en la actualidad tiene la experiencia de miles de kilómetros en sus piernas y la madurez de un profesional arriba de la bicicleta.
El plato está servido, y serán los miles de aficionados que se den cita en el circuito, los que podrán degustar de este banquete de cierre de la Vuelta Gigante dé América, que tendrá en vilo a quienes gustan del ciclismo de ruta en Venezuela y allende de las fronteras patrias.