En los últimos siete años Venezuela ha padecido una de las crisis económicas más intensas de su historia, además de una severa hiperinflación desde hace cuatro años, sin embargo, eso no ha impedido el surgimiento de una nueva clase socioeconómica, llamada “Venezuela prémium”, caracterizada por restaurantes de lujo, modernos edificios y lugares de ocio que se han abierto para un “pequeñísimo” mercado que tiene alto poder adquisitivo para pagarlos en diferentes zonas del país.
Manuel Parejo, economista de la firma Omnis, describe “La Venezuela prémium” como “ese nuevo sector económico que se ha originado luego de la crisis venezolana, a raíz de la hiperinflación, de las sanciones. Esa desigualdad se ha amplificado y ese perfil o esa clase socioeconómica a niveles altos ha podido acceder otra vez a nuevos servicios, a productos que se han dado en el mercado”.
Esta nueva clase, que vive en una búrbuja económica, alejada del padecimiento del venezolano de a pie, “no llega ni siquiera al 3%”, señala Tiziana Polesel, presidente de la Cámara de Comerciantes, Consecomercio, “porque es un segmento que en Venezuela ha existido pero siempre ha sido minoritario”.
Tras los años de crisis, el país evidencia una relativa recuperación, dónde, según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de la Universidad Católica Andrés Bello, la pobreza ha disminuido por primera vez, aunque en un panorama desigual desde el punto de vista del ingreso.
“Y por supuesto, esta clase alta es cada vez más diminuta, pero concentra una gran cantidad de dinero y los ingresos del país”, consideró Parejo.
Esto no quiere decir que en Venezuela no habían lujos, pues este era uno de los países más ricos del continente gracias a sus recursos petroleros; sin embargo, resulta interesante que después de varios años de escasez, inflación, desabastecimiento, y otros problemas económicos, se dé un auge repentino de nuevos establecimientos comerciales destinados a la clase alta, a la que se sumaron personas que hicieron sus fortunas gracias a negocios con el gobierno nacional.
El turismo como oxígeno de la “búrbuja”
Sobre el auge comercial de lujo, Polesel menciona que “estos negocios generalmente están en sitios visibles, donde hay mucho acceso a redes, mucho acceso comunicacional, sitios en general que tienen mucha visibilidad”.
“No es el país entero, no están en todo el país, están focalizados en algunas regiones e incluso en algunas urbanizaciones de ciudades determinadas”, añade la presidenta de Consecomercio.
Este tipo de comercio se ven en Caracas, pero también en otras ciudades del país como Valencia, Puerto La Cruz o Maracaibo, que tienen sus propias burbujas.
Lo que genera interés es que estos negocios surgen en un país que es cada vez más costoso, pero tiene los salarios más bajos y sin oferta de créditos.
A juicio de Polesel, este mercado de lujo se puede mantener con la reactivación del turismo, “porque con solo el mercado venezolano, muy probablemente esos negocios no sobrevivirían”.
Es importante resaltar qué el sector comercio estima que por cada negocio que se abre en Venezuela es probable que otros 10 o 15 cierren debido a la falta de financiamiento, los elevados impuestos y los deficientes servicios públicos.
WC | con información de Maduradas