La aprehensión se materializó en agosto de 2022, cuando la “narcomula” viajaba en una unidad de transporte público
Tras la acusación presentada por el Ministerio Público, fue condenado a ocho años de prisión D. A. Herrera G., quien admitió su responsabilidad en el tráfico de 56 dediles de cocaína, según boletín publicado por el citado organismo en su página web.
El delito salió a la luz el 18 de agosto de 2022, tras inspección ejecutada por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el Punto de Control ubicado en Vega de Aza, en el municipio Torbes del estado Táchira.
De acuerdo con la investigación, durante el citado día, los uniformados, en labores de patrullaje, dieron la orden de alto a una unidad de transporte público que transitaba por la zona, para una revisión de rutina.
Mientras solicitaban los respectivos documentos de identidad a los pasajeros, un agente canino captó un aroma sospechoso en Herrera G., a quien se le practicó una inspección corporal sin conseguir elementos de interés criminalístico.
Pero los nervios asaltaron al hombre ante la presencia del sabueso, en una actitud que no pasó desapercibida para los militares.
Es entonces cuando Herrera G. fue trasladado al Hospital Central de San Cristóbal, donde se descubrió que transportaba, intraorgánicamente, un total de 56 dediles de cocaína, cuyo peso neto fue calculado en 634 gramos.
Producto del hallazgo, el hombre fue aprehendido en flagrancia y puesto a la orden del Ministerio Público.
Durante la audiencia preliminar, la Fiscalía 11ª de Táchira ratificó la acusación en contra de Herrera González por la comisión de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en la modalidad de transporte.
Una vez escuchada la admisión de los hechos por parte del acusado, el Tribunal 8º de Control en esa jurisdicción dictó la referida condena contra el hombre. Acto seguido, ordenó su reclusión en el Centro Penitenciario de Occidente -CPO-, ubicado en Santa Ana, jurisdicción del municipio Córdoba del estado andino. RM/MP