Los jóvenes Edwin Vargas y Alexander Boscán, convirtieron en realidad el sueño de la infancia, vincularse oficialmente con el mejor equipo de Venezuela.
El portero y el defensor nacidos en tierra cordial, no escondieron su felicidad al convertirse en jugadores de la plantilla profesional.
Para Vargas, estampar su rúbrica con la oncena que alentó desde niño en Pueblo Nuevo, es una oportunidad sinigual.
“Firmar con el Deportivo Táchira es un sueño hecho realidad que voy a aprovechar. Es un anhelo que tuve desde pequeño, desde que iba al estadio, cuando veía al equipo como un fanático más”, afirmó.
Atribuyó este gran paso en su vida como futbolista, no solo a su talento, sino a la perseverancia, consejos y esfuerzos de sus padres.
El guardameta de 17 años, tiene en mente continuar desplegando todo el esfuerzo y compromiso sostenidos durante la pretemporada cordial, pues es el requisito para debutar en una oncena tan exigente.
“Con mucho esfuerzo y dedicación sé que voy a jugar mi primer partido con el equipo en 2023; quiero contribuir al máximo al equipo”, aseguró.
Para Boscán no hay otro objetivo que defender la amarilla y negra por primera vez en el torneo que inicia el domingo en Pueblo Nuevo.
“Debutar en 2023 depende de mí mismo, de la responsabilidad, disciplina, de seguir trabajando duro como todos lo venimos haciendo. La meta es la décima y lo tenemos claro”, indicó.
Las ganas del mediocampista de derrochar todo su talento en la Liga FUTVE 2023, son enormes.
“Daré lo mejor para el equipo. El gran paso que he tenido en la selección Sub-17 me ayudó a ser parte de la plantilla profesional y me brindará la oportunidad de defender los colores amarillo y negro”, sostuvo Boscán.
Maylin Duarte
