El dolor y la impotencia son el día a día en el seno de esta familia. Al igual que otras madres de jóvenes desaparecidos, a Zugey a menudo la cruel realidad la abruma y le gana a la esperanza, pero sigue adelante sin perder la fe
Raúl Márquez
Desde la ciudad de Cúcuta, capital del Norte de Santander de Colombia, en la frontera con Venezuela, una familia oriunda del estado Trujillo vive desesperada al no saber nada de uno de sus integrantes, quien se despidió de ellos en mayo de 2020, para viajar al Valle del Cauca, a trabajar como albañil. Desde entonces, su rastro se perdió y ellos viven el peor episodio de sus vidas.
El joven se llama Néstor Luis Peña Vielma, al momento de desaparecer contaba con 18 años de edad.
«Nosotros somos de Motatán, en Valera, estado Trujillo. Viajamos para pasar las navidades de 2019 en Cúcuta y luego regresarnos, pero debido a la pandemia no pudimos hacerlo. En mayo de 2020, mi hijo se fue al corregimiento Aguaclara de Tuluá, en Valle del Cauca. Dos días después de haber llegado a esa ciudad, el 16 de mayo, desapareció. Hemos acudido a la fiscalía de ese país, pero hasta ahora no hemos tenido respuesta. Esto es lo más duro que puede pasarle a una madre; es algo muy doloroso no saber nada de él», relató Zugey del Valle Peña Vielma.
Son casi tres años que para Zugey y los demás familiares de Néstor Luis han sido muy tristes. Según la angustiada madre, no ha perdido la fe en volver a tener a su hijo cerca y saber que se encuentra bien.
En tal sentido, pide a las personas que sepan del paradero de su hijo a contactarse con ella y facilitarle esa información. De igual modo, exhorta públicamente a las autoridades del vecino país a darle seguimiento al caso y aligerar las investigaciones necesarias para dar con alguna pista de Néstor Luis.
Las madres son las que más sufren
El sentimiento que asalta a Zugey Peña, mezcla de impotencia, desazón y tristeza, se repite en cada una de las madres de los venezolanos desaparecidos, muchos de ellos migrantes que partieron a otros países en busca de mejores oportunidades para los suyos, y que de un momento a otro desaparecieron sin dejar rastro.
Tal es el caso de la madre Brando Michel López López, oriundo de la población de Naranjales, parroquia Alberto Adriani del municipio Fernández Feo, que se encuentra desesperada, pues desde el pasado 22 de octubre de 2022 no sabe de él, por lo que piden a la colectividad comunicarse con ellos de tener algún tipo de información sobre su paradero.
Cinco años sin saber de él
De igual modo vale recordar a Gilberth Stevens Pabón Pérez, quien tenía 27 años y trabajaba como cerrajero, cuando el 9 de enero de 2018, según sus familiares, fue plagiado, dejando en su progenitora, Brigette Katherine Pérez Jaimes, un gran dolor.
La última vez que supieron de él fue hace cinco años, comenta, cuando el joven se encontraba de vacaciones en la entidad, pues en ese entonces trabajaba con su padre en Margarita.
Esa noche estaba en casa de la novia, ubicada en el sector Las Flores de la capital tachirense. Tiempo después, abordó su vehículo, un Chevrolet, modelo Aveo, año 2005, de color negro, identificado con las placas AA918EP, pero fue interceptado y raptado por desconocidos.
Sus familiares y allegados piden a la Fiscalía no olvidar el caso y hacer las diligencias posibles que permitan develar dónde se encuentra.
